Ley de Etiquetados: Una ayuda que conduce a otro dilema

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De acuerdo a estudios del Ministerio de Salud, 1 de cada 11 muertes son atribuibles al exceso de peso, cada hora fallece una persona a causa de obesidad. Además, 5 de cada 10 niños presentan obesidad.

Hace poco más de un año se encuentra en vigencia la Ley de Etiquetados. Para ser exactos, hace un año y 3 meses es posible visualizar productos con rombos negros en las góndolas de los supermercados, kioskos y carritos en las calles; además de una serie de prohibiciones de comercialización.

Desde que la legislación fue oficializada, el MINSAL ha registrado 845 incumplimientos por causas de rotulación, venta en colegios o publicidad dirigida a niños, instancia en la que menos del 5% de los casos terminaron en multa económica.

Para concientizar a la población, “los sellos negros que se colocan en el etiquetado de los productos son muy buenos, ya que es la base para que la gente conozca lo que deben comer”, comentó Luis Rodríguez-Alcalá, Investigador asociado de CIRENYS y académico de la Universidad Católica Portuguesa de Porto.

“La idea del etiquetado es muy llamativo a la vista, por lo que la gente recibe la información, analiza, compara y se percata de los beneficios o perjuicios del producto, provocando la preferencia de ciertas marcas. De esta forma, el consumidor obliga a que las empresas cambien su fórmula y elaboren un producto que cumpla con las exigencias del cliente y de la Ley”, explicó Rodríguez-Alcalá.

Consecuencia de la Ley de Etiquetados

El investigador asociado a CIRENYS señaló que ante la repetitiva recomendación de ingerir la menor cantidad de dulces, los consumidores buscan productos que no presenten sellos o tengan mínimas concentraciones de azúcares.

Y es esto último lo que ha causado preocupación, ya que de acuerdo a un artículo de La Tercera (http://www.latercera.com/noticia/ley-etiquetado-multa/), existe un aumento en el uso de edulcorantes artificiales, tanto por determinación de las empresas como por decisión personal.

“A pesar de que no hay evidencia científica concluyente respecto a los efectos del uso de endulzantes no nutritivos, hay estudios que plantean una relación con el incremento de células neoplásticas y aparición de cáncer. Además, está asociado al aumento de peso, de apetito, de ansiedad, circunferencia de la cintura, incidencia de diabetes, hipertensión arterial, síndrome metabólico y riesgo cardiovascular”, reveló la académica de Nutrición y Dietética de la UBO, Andrea Rubio.

La mayoría de las personas comienza a utilizar los endulzantes como uno de los productos dietéticos que permiten mantener las características de sabor con un bajo aporte de calorías. Por eso, la Nutricionista aconseja a los amantes del dulce que utilicen stevia o tagatosa en el estado más natural posible, debido a que los químicos provocan desequilibrios metabólicos y hormonales.

Sin embargo, Andrea prefiere “evitar su consumo y rescatar el sabor natural de cada uno de los alimentos que tenemos disponibles, ya que estos contienen todos los nutrientes que necesita el organismo. Es decir, mientras menos aditivos y procesos tenga un alimentos, los nutrientes que obtendremos serán de mejor calidad”.

Finalmente, Luis Rodríguez-Alcalá entiende que la solución está en generar políticas públicas muy fuertes para concientizar e informar a la población, incentivando el deporte y balanceando la dieta, por lo que “la base de la alimentación es la educación, porque no pasa nada si algún día comemos demás, pero hay que compensar con una alimentación equilibrada los días posteriores o hacer ejercicio constantemente”.

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