¿Cómo prevenir las enfermedades típicas del verano y cuáles son?

Categoría: Noticias, Opinión

Días de descanso, playa, vacaciones y diversión, son todos conceptos que se asocian al verano, una estación que es sin duda es la favorita de muchos. Sin embargo, esta época que tantos esperan es también un período en el que nuestra salud está expuesta a las llamadas “enfermedades veraniegas” que proliferan con las altas temperaturas.  Pero, ¿cuáles son las patologías más frecuentes?

Deshidratación. El calor y las altas temperaturas, además de  la exposición solar, hacen que perdamos mucha agua corporal, debido principalmente al aumento de la sudoración. Para prevenir la deshidratación es fundamental restituir los líquidos perdidos con agua o bebidas isotónicas de manera continua,  aunque no tengamos sed, tomando entre uno y medio y dos litros al día.

Otitis. Se dan todo el año, pero en esta estación son diferentes pues afectan el oído externo (conducto auditivo). Se les conoce comúnmente como otitis de nadador ya que después de nadar nos queda agua en el oído y si está contaminada por microorganismos puede provocar una infección. La recomendación es no sumergirnos en el agua de manera continua o utilizar tapones para los oídos. Además, después del baño conviene limpiar y secar bien la zona sin usar varitas de algodón.

Infecciones urinarias (cistitis). Estas afecciones provocadas por bacterias que afectan a la vejiga o el tracto urinario son especialmente frecuentes en las niñas. Dado que el contacto prolongado con un traje de baño mojado es el que puede dar paso a este cuadro, el consejo principal es no dejar a los niños con la ropa húmeda durante espacios prolongados de tiempo.

Alergias y picaduras. En  verano hay más insectos, abejas, avispas y arañas (siendo la de “rincón” la más complicada), lo cual nos deja más vulnerable a sus picaduras o mordeduras. Frente a ello, el consejo es usar repelentes de insectos cuando estamos fuera de casa y utilizar algún dispositivo que cumpla ese rol en el hogar para que los insectos no entren. En caso de picaduras, es fundamental monitorear su evolución ya que pueden derivar en inflamaciones,  enrojecimiento, edema y picor intenso e incluso vómitos, mareos, fiebre y en algunos casos complicaciones médicas.

Enfermedades respiratorias en niños. Son muy frecuentes durante los meses de verano, especialmente de origen viral. Congestión nasal, dolor de garganta, tos,  fiebre y malestar general son los síntomas más habituales. La manera más fácil de prevenirlas es mantener una buena higiene personal y del hogar y lavarse las manos regularmente. Es importante resaltar que ante una infección respiratoria con síntomas leves sólo hay que mantener reposo, procurar la ingesta de  suficientes líquidos, además de una buena alimentación y posiblemente no sea necesario consultar al médico, lo cual cambia si el cuadro se vuelve más severo.

Los molestos hongos. Andar descalzos sobre el suelo mojado de las piscinas, duchas o baños públicos, además del calor y la mayor humedad, crean el «ecosistema» perfecto para que proliferen los temidos hongos. El más común es el Pie de Atleta y su incidencia suele ser mayor en adultos que en niños. Para que no aparezcan es mejor siempre usar sandalias y  secarnos bien tras cada baño.

Quemaduras solares. Tomar el sol sin protección suele generarlas provocando desde enrojecimiento de la piel hasta ampollas y ulceraciones. Por eso siempre se debe utilizar protector solares, gorro, lentes y evitar la exposición solar prolongada o en horarios no recomendados (entre las 11:00 y las 16:00 horas). Así no nos exponemos a una insolación, que se caracteriza por dolor de cabeza, mareo, confusiones, taquicardia y piel seca y caliente.

Diarreas. Afectan fundamentalmente a los niños y pueden ser de origen viral o por una intoxicación alimentaria. Por ello, es crucial lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño o sonar la nariz, conservar adecuadamente los alimentos, no consumir alimentos crudos o  poco cocidos y verificar su estado (vencimiento) siempre antes de ingerirlos.

 

Dr. Teobaldo Morales Guzmán

Académico Escuela de Medicina

Universidad Bernardo O’Higgins

 

 

 

 

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